13 jul 2010

Ferdinand Porsche

Nacido el 3 de septiembre de 1875 en el norte de Bohemia (antiguo imperio Austro-Húngaro).
La mecánica se le daba bien y dirigió su vida hacia ese área, llegando a tomar con 18 años, clases nocturnas en la Universidad Técnica mientras trabajaba por el día.

En 1898 entra a formar parte de la empresa automovilística creada por Jacob Lohner, la primera de Austria.
En 1900 presentarían su primer auto, que utilizaba el “Sistema Lohner-Porsche” (sistema híbrido de motor de combustión unido a un generador eléctrico) en la Exposición Universal de París. Aunque inicialmente se había proyectado sobre 2 ruedas, la adaptación a las 4 presentada fue exitosa. Alcanzaba los 56 km/h.



Su fama como diseñador va en aumento y Gottlieb Daimler le ofrece el puesto de diseñador jefe de Austro-Daimler. Los diseños de Porsche se van convirtiendo en rotundos éxitos, haciendo que fuera ascendido dentro de la empresa a Director Técnico.
En 1917 recibe el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Técnica de Viena, donde había tomado clases nocturnas anteriormente.
En el principio de 1920, mientras Austro-Daimler se dirige hacia los lujosos sedan, el dr. Porsche toma partido por los autos ligeros y de carreras, lo que hace que la relación se tense.
En 1923 se va a Stuttgart y se convierte en Director Técnico de Daimler, consiguiendo su segundo nombramiento de Doctor Honoris Causa, esta vez por la Universidad Técnica de Stuttgart.

De 1925 a 1930 diseña una serie de autos de carreras magníficos, los dominadores de una era: las series K, S, SS, SSK y SSKL. Pero la Gran Depresión lleva al dr. Porsche al paro a los 55 años.
No llega a ponerse nervioso, ya que su maestría como diseñador le lleva a montar su propia empresa. Empieza a diseñar motores para autos, aviones y barcos. El éxito le acompaña siempre en su trabajo y Auto Union llama a su puerta para crear un auto para competir en los Grand Prix. El resultado sería el A-Type de 1934 que se defendió bastante bien en la temporada. Para 1935 desarrollaría el concepto en el B-Type, que en las manos de Hans Stuck y de Bernd Rosemeyer cosecharía muchos éxitos.


Pese a todo, sigue pensando en un auto popular de calidad. La administración nazi está interesada en este proyecto e invierte en él. En 1937 el Reich selecciona la localidad de Wolfsburg como sede de la compañía que construiría esos autos, los Volkswagen “escarabajos”. El dr. Porsche era el responsable junto con un administrador nazi.
Comienza la escalada militar que daría pie a la Segunda Guerra Mundial y esto hace que la fabricación de este auto se deje aparcada, ya que el Reich demanda maquinaria de guerra. La factoría se dedica a la construcción de vehículos militares y Ferdinand Porsche sigue diseñando, da igual si es para las carreras de autos o para el ejército, mientras haya inyección de capital.

La guerra acaba y Francia está muy interesada en los conocimientos del dr. Porsche para aplicarlos bajo la marca Renault que acaba de ser nacionalizada, ya que a Louis Renault se le acusa de colaboracionismo. Pero antes de fructificar las negociaciones, Ferdinand Porsche junto con Anton Piëch (que trabajaba con él) son acusados de utilizar esclavos en su factoría y conducidos a un presidio de Dijon (Francia). Sin juicio previo se les impone una fianza de 500.000 francos cada uno.
Entonces es cuando el hijo del dr. Porsche (nacido en 1909), dotado de la inteligencia y el saber hacer de su padre, toma la iniciativa y junto con unos inversores italianos se lanza al diseño de un auto para los Grand Prix: el proyecto Cisitalia. También diseña un auto deportivo de calle, el primero en llevar el apellido de la familia, el Porsche 356. Entre unas cosas y otras consigue el dinero para la liberación de su padre y de Piëch, que durante su cautiverio han sido invitados a colaborar en el diseño de un auto para Renault, el denominado 4 CV.

Una vez en libertad, el dr. Porsche revisa los diseños de su hijo y da el visto bueno para la producción del Porsche 356, la venta del cual es un éxito.
En 1949 Heinz Heimrich Nordhoff le ofrece la posibilidad de colaborar con el proyecto Volkswagen, pagándole una cantidad por cada auto fabricado y acepta.


En noviembre de 1950, Porsche visita la factoría de Volkswagen de Wolfsburg por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial y habla con Nordhoff sobre el futuro del “escarabajo”.
Unas semanas después, Porsche sufre un infarto del que no se recupera y muere el 30 de enero de 1951, dejando tras de sí multitud de diseños (el primer automóvil eléctrico, la tracción delantera, la tracción individual con motores eléctricos en las ruedas, autos de carreras, autos populares, maquinaria de guerra, motores de aviación, turbo, de aluminio, etc.).

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